Estoy boca abajo sobre tu mesa. Tú de pie, a mi lado, y yo apoyada sobre el tablero, las piernas en el suelo, o sea, que estoy inclinada sobre él. Tú estas detrás de mi, mirándome, se que te encanta mi culo, me lo has dicho, y en este momento, estás tan caliente que estas deseando usarme, usarlo… Lo acaricias con una de tus manos, mientras con la otra me sujetas las manos sobre la mesa, las dos muñecas juntas, para que no me mueva, aunque a mi ni se me ocurriría.

De pronto noto como me das un azote, algo menos suave de lo que podría esperar… pero tiene un efecto rebote en mí, y si ya estaba caliente antes, ahora lo estoy mucho más… Me das un par de ellos más, dejando pasar unos segundos entre ellos, y cada vez son menos suaves. Al final, después de 5 ó 6, el culo me arde. Ahora tú te acercas a él, acercas tu polla y la pones sobre la piel ardiendo. Con la mano, vas a mi coño y restriegas un poco de lo que sale de él, estoy empapada completamente. Sonríes ante eso, te encanta, aunque yo no puedo verlo, estoy segura de que así es. Yo solo puedo sentirme sometida, y me gusta, durante un rato, ya te tocará a ti sentirte en mis manos en otra ocasión. Frotas bien un poco del líquido que me corre muslos abajo, me estoy poniendo perdida, lo extiendes bien por mi coño, y luego por la entrada de mi culo.

No me gusta demasiado el sexo anal, pero estoy muy caliente, así que no me importa, y me preparo para sentirte, me preparo para notar como te abres paso en mi, va a doler, lo se, pero también  se que luego notaré placer… Me lubricas bien con los dedos, primero uno, luego otro, y finalmente… apoyas la punta de la polla en la entrada y noto como empujas ligeramente. Te pido que lo hagas despacio, y que me toques, y tú, de momento, me haces caso, mueves tu mano sobre mi coño, excitándome (más), mientras empujas, lentamente, pero sin parar. Me estas matando… de dolor, si, lo noto… la noto casi metida entera, y me sale un grito que intento contener, te pido que sigas moviendo la mano. Tú lo haces, la mueves, deprisa, y continuas entrando en mi, lento, pero seguro. Ya estás dentro del todo. Te pido que no te muevas, que por favor, no te muevas aún. Mueves la mano sobre mi clítoris, buscando que me corra.

Tú no lo sabes, pero estoy a punto de tener la corrida de mi vida.