Querido monsieur Valmont, mi querido vampiro emocional

Originalmente subido a Fetlife en septiembre de 2019. Lo traigo al blog porque algunas personas me han dicho que les ha sido útil y creo que está bien que se difunda fuera de esta red social, por si puede ayudar a más gente.

Nota importante: el nick de la persona a la que me refiero en el texto NO ERA Valmont, ni Monsieur Valmont, sino otro y (hasta donde sé) no se movió jamás por la escena BDSM. Lo aclaro porque me consta que dentro de ella hay alguna persona que tiene nicks similares o iguales, y no quiero causar confusión ni que haya dudas o sospechas sobre ellos.

Hola, me presento, soy una persona, no importa si hombre o mujer, mi edad tampoco importa, podría tener cualquiera. En realidad soy la persona que crees que te conviene, culta, amable, educada, encantador o encantadora, divertido o divertida, de físico agradable, con una posición en la vida. Vamos, lo que se diría un chollo. No vas a poder creerte la suerte que tienes de haberme conocido.

Ahora te sientes sol@, seguramente eres muy vulnerable y aunque no lo quieras reconocer estás deseando amar y ser amad@. Yo te voy a seducir. Voy a convertirme en esa persona que tú quieres que sea. Te colmaré de atenciones, te trataré como a un rey/reina. Voy a hacerme imprescindible en tu vida. Seguramente habrá cosas de mí que no te cuadren, pero tu desesperación por sentirte acompañad@ las borrarán automáticamente de tu mente.

Tus amigas y amigos se darán cuenta en seguida de mi falsedad, pero tú no les harás caso y, poco a poco, te irás quedando sol@.

En realidad soy un vampir@ emocional. Necesito nutrirme de tus sentimientos para poder sobrevivir. Te necesito, pero solo por un tiempo, hasta que me canse de ti. No es nada personal, llegará un momento en el que ya no me interesarás. Y entonces me convertiré en un ser irreconocible para ti, pero ya estarás tan apegad@ a mí que serás incapaz de reconocer que nunca te he querido y que solo has sido para mí, como el agua para el sediento, una vez saciada la sed, encontraré miles de fuentes en las que saciarme. ¡Hay tantas personas necesitadas de afecto en este mundo! Para mí no es difícil. Una vez me haya librado de ti buscaré otr@s incaut@s. Eso no es ningún problema.

Te será muy difícil olvidarme. Porque lo que vivirás junto a mí nunca será real. Ni siquiera tus sentimientos hacia mí serán reales. Todo será mentira, y no te gustará reconocerlo. Por eso serás tan tremendamente estúpid@ que te quedarás llorando, intentando entender qué ha pasado, intentando reconquistarme. Qué estupidez, si tú nunca me conquistaste, te olvidarás de que fui yo quien te seduje, olvidarás tu resistencia inicial.

Acabarás aburriendo a todo el mundo con tu patetismo, con tus lágrimas y tus malos rollos. Cada vez te sentirás más hundid@ y más sol@.

Y solo podrás salir del agujero en el que te has metido, cuando te des cuenta de que en realidad nunca me has querido. Que aquella persona de la que creíste estar enamorad@ no existió salvo en tu imaginación.

Cuando te des cuenta de eso podrás seguir adelante, pero necesitarás tener un par de narices para reconocerlo. No todos estamos preparados para reconocer algo que nos duele. Y es mucho más difícil renunciar a un sueño que a una realidad.

Hay que ser muy valiente, pero no sé si tú serás este tipo de persona y, francamente, no me importa.

Así comienza un texto bastante difundido por las redes sociales desde hace años, se puede encontrar con facilidad poniendo “carta de un vampiro emocional” en cualquier buscador. Desconozco a su autor o autora, por eso no lo he puesto. Y hoy, al responder a un escrito de @Cuerdika que hablaba (otra vez) sobre este tema, lo he recordado y me han dado ganas de ponerlo aquí y escribir sobre mi particular vampiro emocional, hace tiempo que tenía ganas, porque es algo que se repite una y otra vez, y más en un medio como este, internet, donde se dan ciertos condicionantes para que el vampir@ campe a sus anchas, aunque se mueven con destreza en cualquiera, virtual o real.

Monsieur Valmont

Hace algunos años ya, yo fui víctima de un vampiro emocional. Le llamaba monsieur Valmont por el personaje de «Las amistades peligrosas«, un seductor implacable y despiadado. Hasta le regalé una edición del libro con una dedicatoria. Y fui testigo de excepción de cómo cometía una verdadera carnicería (emocional) con mucha gente a la que yo conocía en un medio muy similar a este donde estamos nosotros. En aquel caso se trataba de un foro de temática swinger, donde también, al igual que aquí, en Fet, había formada una comunidad que se conocía y se trataba con relativa frecuencia, con sus corrillos, sus dimes y diretes, sus cotilleos y su correspondiente patio de colegio. Todo es cíclico y todo se repite, una y otra vez. Estoy segura de que algunas personas que (quizá) me están leyendo ahora mismo y fueron testigos conmigo de aquello asentirán sonriendo mientras leen, recordándolo 😉

En mi caso, en aquella época yo era bastante popular en aquella comunidad, por motivos que a mí se me escapan, pero que, digamos, se pueden resumir en que conocía y manejaba a mucha gente. Esta persona era un hombre solo (en el ambiente swinger un hombre solo no es aceptado por todo el mundo ni entra de cualquier manera en todas partes), casado (yo de esto me enteré mucho tiempo después), que había sido “pillado” por la persona que partía la pana en aquella comunidad un par de años atrás, una mujer que, una vez descubierto, le condenó al ostracismo y tuvo que irse. Pero, hete aquí, entró poco a poco por la puerta de atrás, vigilante, y, al ver que había una nueva “reina” (queda mal que lo diga, pero, por entendernos, eso era lo que era yo en aquel momento en aquella comunidad) fue a por ella. A por mí, vaya

Estudió el foro, la gente nueva, la antigua, las relaciones, las amistades, las fiestas y los eventos. Entró en mi fortaleza con inteligencia, muy amable, intentando hacerse imprescindible para mí. Y lo consiguió, me conquistó y me enganchó. Me tuvo fascinada unos tres meses. Había cosas que no me cuadraban, pero en ese momento a todo le encontraba un porqué y una explicación razonable. Después, la fascinación y el enganche “químico-sexual” que tenía fueron desapareciendo (por suerte) y me convencí de que era una buena persona a quien mucha gente tenía envidia, por lo que le defendí a capa y espada, con uñas y dientes de quienes me dijeron que era una persona mentirosa y dañina. Cuando pienso y recuerdo situaciones, me llevan los demonios, por lo gilipollas que fui.

En esas estaba cuando, azares de la vida, al foro entró una nueva “reina”, y claro, mi vampiro emocional fue a por ella y me dejó de lado. Y después de esta “reina” vinieron otras más, entre tanto, se metía en medio de parejas, seduciéndolas a ellas, y dejando algún que otro cadáver bajo la alfombra.

Cuando pude recomponer todas las piezas de mi puzzle, me fui alejando de monsieur Valmont poco a poco. Y un día él me pregunto por qué me había alejado. Quedé con él y con total tranquilidad puse las cartas sobre la mesa de toda su estrategia conmigo, todo lo que había dicho a otros sobre mí y toda la mierda que había bajo la alfombra. Lo negó todo, por supuesto, y me dijo que todo eran imaginaciones mías. Yo no entré a discutir, le dejé acabar y le dije que solo había quedado con él para decirle que jamás me iba a hacer más daño, que le había descubierto y que el juego se había acabado ya. Calló, bajó la mirada y no dijo nada más. Quien calla, otorga, dicen. Después volvió a hacer daño (no a mí), y posiblemente hoy, lo sigue haciendo.

Eso sí, le debo mi nick. Me gustó tanto que ni el mal recuerdo pudo con ello, así que lo adopté cuando empecé a moverme en la escena pública BDSM.

Actitudes y frases que pueden ayudar a reconocerles

  • Hacer de Pigmalión: les encanta «enseñar» a gente novata (por eso mismo, porque son novatos y no saben de gente como ell@s ni les conocen) en los distintos ambientes.
  • «Eres la mujer/el hombre de mi vida», «Estamos hechos el uno para el otro«. Parece un poco obvio, pero si esto no te lo dicen celebrando tus bodas de plata o, sin llegar a tanto, con un tiempo y experiencias vividas mínimas en una relación, desconfía.
  • Escoger a alguien muy deseado (por físico, por popularidad…) en la comunidad, preferiblemente recién llegado y si es novat@, mejor. Les encanta presumir, pavonearse y que les envidien.
  • Mentiras continuas y en cosas sin importancia. Mienten continuamente, en cuestiones que no tendrían por qué porque, sencillamente, su vida es una mierda y no les gusta, así que se inventan una y muchos dramas, para darle esa emoción que necesitan. Y ahí es donde entras tú, que para ell@s solo eres un peón en su tablero.
  • «Eres muy especial para mí»/»Eres muy especial»/»Eres tan especial». No, no lo eres. Te está regalando los oídos para que caigas en su trampa y tenerte obnubilad@.

¿Qué aprendí de aquella experiencia?

  • En primer lugar, que nadie, de la noche a la mañana ilumina tu existencia gris y se convierte en alguien imprescindible. No. Suele ser algo buscado, planeado y con unas intenciones, las que sean, pero por lo general, jugar a seducir, tener a alguien enganchado es lo que más les gusta.
  • Nadie encaja de repente en tu universo así como así: de repente encuentras a alguien a quien le gusta la misma música que a ti, los libros que has leído, todo lo que dice te hace reír, hablas con él horas y horas por teléfono, estás todo el día por WhatsApp, ha viajado a donde quieres ir, hace cosas excitantes y nuevas, te ofrece la posibilidad de probar infinidad de cosas que nunca te habías atrevido, te excita, te pone como una moto… Todo eso suele ser el resultado de una observación atenta, y en las redes sociales (como Fet) es facilísimo si se hace con un poco de atención. Por ello, también aprendí que hay que ser muy cauta con la información que se da en abierto y también en privado. Poco a poco.
  • Cuando algo no cuadra y tu vocecita interior dice “esto es raro”, es que “es” raro. Aprendí a cazar las mentiras al vuelo, y, lo más importante, a no justificarlas. Quien miente lo hace porque oculta una verdad que no gusta y tiene más bien poco “glamour”.
  • Cuando conozcas a una víctima que está en las garras de una persona así, no se puede hacer nada más que esperar a que venga después y escucharla, o bien, avisar en una etapa muy temprana que corran sin mirar atrás (me consta que pude “salvar” a alguna persona de sufrir a este elemento). Si la adviertes cuando su enganche es más fuerte, se rebelará y arremeterá contra ti. Después, posiblemente, te buscará y te dará las gracias.
  • No inviertas tiempo ni esfuerzos en intentar ayudarles a «curarse«, es inútil. No quieren cambiar, así que hazte un favor y no pierdas el tiempo, porque lo más posible es que te vuelvan a envolver y a manipular. Corre, y no mires atrás.

Espero que mi experiencia pueda ayudar a gente que se vea reflejada en alguna de las situaciones que he descrito. Y un último consejo, en cuanto seas consciente de que eres o has sido víctima de un vampir@ emocional, corre, huye y no le pidas explicaciones, porque no las hay. Simplemente te ha utilizado y se ha divertido haciéndolo, porque el mal existe y te ha tocado a ti, y, aunque te sentirás muy gilipollas, no lo eres, eres valiente y, sin duda, un/a superviviente.

Para más información, muy recomendable la lectura del libro “Amor zero”, de Iñaki Piñuel.

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