La historia que voy a contar hoy no es de ficción, por desgracia. Al contrario, es muy real. Hay dolor detrás de ella, dolor auténtico de personas que sufrieron por alguien que nunca ha existido. Como se dice en Twitter —ya que esta historia se gestó allí— “acompañadme en esta triste historia”. Esta entrada está dedicada a todas las personas que han sufrido a este nefasto personaje, en especial a las ‘Supernenas’ y al ‘Equipo Anchoa’, you know who you are. 😎
Eva
Para mí todo empieza en febrero de 2020, fecha en la que se crea la cuenta de Twitter de @eva36a. Se trataba de una mujer joven (36 años), delgada, pelirroja, guapa y simpática. Con el rol de dómina en BDSM y una historia digna de novela, o quizá de peli de tarde bedesemera: su amigo de la adolescencia en el instituto un día se le declara de rodillas y le dice que desea ser su esclavo. Así, poco a poco, ella va contando estas y otras cosas en frecuentes tuits, e intercambiándose ardorosos mensajes amorosos con su pareja y sumiso, @asirf19, cuya cuenta fue creada en noviembre de 2019, a la sazón.
Interactuaba mucho y de manera apasionada con la gente que en ese momento partía la pana en Twitter. Especialmente con cierta cuenta de una pareja de Ama y sumiso cuya historia D/s era muy bonita y por aquel entonces estaban en los “ohhh” “ahhh” de todo el mundo y muy presentes en favs y retuits. Eva se declaraba rendida admiradora de ellos y su relación.
Nadie conocía en carne y hueso a la encantadora pareja. Tan solo un “amigo” de @asirf19, cuyo nick era Nis, pero a este nadie le conocía en persona, a su vez.
El confinamiento
A mediados de marzo de 2020 sucedió lo que todos recordamos: la pandemia del coronavirus nos obligó a quedarnos en casa a la fuerza y así lo hicimos hasta bien entrado el mes de mayo. Un poco antes de la declaración del estado de alarma, @eva36a comienza a interactuar por privado con tres personas de Twitter, a las que llamaremos A y B, primero con A, después con B y, por último, con una servidora. Primero por MD (MD=mensaje directo en Twitter), con interacciones inocentes y reacciones a cosas escritas en el TL (TL=Twitter line, muro de Twitter). Después ya haciendo un grupo las cuatro. Y en ese grupo, una vez confinadas en nuestras casas, empezamos a hablar a diario, sobre Twitter y temas más personales: he llegado de trabajar, hola, qué tal, buenos días, buenas tardes… Pronto se empezó a hablar sobre cosas de trabajo, e incluso sobre relaciones, que si @asirf19 me ha pedido que nos casemos, que si me van a subir el sueldo… No solo ella hablaba y contaba cosas, claro. Las demás también. El trato era frecuente (dos veces al día mínimo y en la época del confinamiento duro, mucho más) y diario: todos los días se contaba algo.
Entre tanto, la encantadora Eva interactuaba con unxs y con otrxs a través de Twitter, y a pesar de tener una relación idílica y monógama con su sumiso azul, nos consta que hablaba por MD con más personas, en ocasiones rebasando ciertos límites, “walk on the wild side”, que diría Lou Reed.
La interacción de Eva con nosotras en Twitter era apasionada. Todo lo que poníamos le gustaba, a todo le daba ‘fav’ (poner un corazoncito, o «me gusta» en Twitter). No había cosa que se dejara por ‘favear’. Le encantaban los cuentos de A, las ocurrencias de B, todas las canciones que ponía yo y mis relatos. Todo. Y a su sumiso también, aunque su participación en la red social era más discreta y siempre para apoyar y complementar el papel de su Señora. El hecho de que se comportara de una manera tan ‘fanática’ me hizo arrugar la nariz un par de veces. Quien me conoce sabe que no soporto el peloteo, y esto sonaba a ello, pero la verdad, tampoco había motivo para alarmarse. Era una diversión inocente, había una situación de mierda fuera y había que entretenerse en algo.
Entre tanto, por privado, Eva hablaba con todas nosotras. Con A y B mucho más que conmigo. Yo fui la más “dura” de pelar de las tres, la que tardó más en hablar por privado con ella. Se contaba más o menos lo mismo que por el chat general, pero siempre trataba de llevarlo a un terreno más personal, cosa que yo evitaba a toda costa. A también, porque tenía ciertas sospechas, o cosas que no le cuadraban, pero B se abrió en canal con ella. Y Eva se dio cuenta de que la más vulnerable psicológicamente en ese momento, por diversas razones, era B, así que fue a por ella. Decidió que su “amigo” Nis haría muy buenas migas con B, así que les puso en contacto y pronto empezaron a hablar por mensajes y hasta por WhatsApp. Nis había sufrido un “desengaño” con varias dóminas findoms, porque él buscaba una relación pura y verdadera —como la de sus amigos, aunque en su cuenta de Twitter seguía y daba fav sobre todo a dóminas findom— y Eva sabía muy bien lo que era el findom y quien se movía por ese mundillo, a pesar de que, supuestamente, era una recién llegada curiosa en BDSM, que llevaba, no lo olvidemos, apenas unos meses moviéndose y tratando con gente practicante de BDSM.
La forma de comunicación con ella siempre fue a través de mensajes de Twitter. Nadie puso objeción a esto, puesto que había intención de quedar a tomar algo en cuanto se pudiera por las circunstancias sanitarias. Era perfectamente posible: las tres vivíamos en la misma ciudad, y no había ninguna sospecha de nada extraño. Todas (excepto @eva36a, que no lo hizo nunca con ninguna de nosotras) habíamos hablado al menos por Telegram, por audios, y B y yo nos conocíamos en persona. Pero en ese momento no sospechábamos que nada extraño estuviera sucediendo. Lo fuerte estaba por venir. Agarraros.
A finales de junio, con la hostelería abierta con restricciones en la Comunidad de Madrid, propusimos tomar algo. Íbamos a estar A, B, Eva, @asirf19, mi entonces pareja y yo, o al menos esa era la intención: quedar en una terraza en la zona centro de Madrid a tomar unas cañas y unas tapas, charlar y conocernos por fin en persona. Eva nos dijo que iba a ir a ver a sus padres a su pueblo en Segovia y que pasaría el fin de semana fuera. Pero que al fin de semana siguiente sería perfecto. Todos dijimos que estupendo, le deseamos buen viaje y que disfrutara mucho, ya que llevaba tiempo sin poder ver a sus padres a causa de la pandemia.
Y entonces sucedió. La desgracia.
La desgracia
El lunes 30 de junio de 2020 desayunamos con una noticia terrible. El sumiso de Eva había puesto un tuit en el que contaba que Eva había fallecido en lo que parecía un accidente de tráfico. En el tuit público no decía nada más, pero pronto nosotras, absolutamente desoladas y hechas mierda, nos pusimos en contacto con Nis, a través de B, que fue informándole, puntualmente y en tiempo real, de todo lo que sucedería, ya que él estaba en contacto permanente con su amigo, @asirf19 (al que habíamos tratado de contactar directamente, resultando imposible, y no nos extrañó). Fue así como nos enteramos que en el coche viajaba Eva con su hermana menor, Sandra, (a la que, detalle importante, retenedlo, sacaba dos años) y ésta había sobrevivido al accidente. El cuerpo de Eva, en muy mal estado tras el accidente (también retened este dato), había sido incinerado el mismo lunes por la tarde y el pobre @asirf19 estaba en shock, igual que nosotras, claro. Lloré cuando me enteré del accidente, y el hilo donde @asirf19 informó de la «muerte» de Eva en Twitter tuvo más de cien respuestas de personas lamentando su muerte. Nosotras hablamos sobre lo sucedido en el grupo de Twitter que teníamos en común, y a mí se me pone muy mala hostia solo de pensar lo bien que debió pasárselo “Eva” leyendo lo mal que nos sentíamos y lo que lamentamos su “muerte”. Es por esto por lo que me cabreo tanto con esta historia: no lo niego, a mí también me engañó y no me considero una persona tonta, como tampoco lo son A y B. Simplemente, todo se dio en el momento perfecto y en la situación adecuada.
Pero pocos días después sucedió el milagro: la resurrección.
La resurrección
Un día Nis le contó a B que @asirf19 tenía que ir corriendo al hospital de Segovia, porque la familia de Eva (con quien se iba a casar, recordemos) y al que hasta el momento no había permitido acudir (¿?¿?), le había llamado para que examinara el cuerpo de la hermana superviviente, porque tenían dudas sobre su identidad, para que identificara algún lunar o marca en lugares íntimos… algo. En otras palabras: la fallecida e incinerada podría no ser Eva, sino su hermana más pequeña, Sandra.
Hago un inciso para decir que a estas alturas estaréis todos pensando “Pufff. Pero seisCuerdas, es que esta historia canta la Traviata, tiene pinta de ser todo mentira. ¿cómo no pudisteis daros cuenta entonces?”. Y sí, claro, no os quito razón. Con todos los datos aquí ordenados y expuestos, uno tras otro, todos juntos y a posteriori, tenéis razón: canta. Pero poneros en nuestros zapatos: aún en situación de semi confinamiento y metidos en la vorágine de una relación diaria y frecuente con una persona, todo es confuso. En ese momento las noticias a través del “mensajero” llegaban con cuentagotas y si bien es cierto que empezaron a darse los detalles que no cuadraban, nos movíamos entre dos aguas, y no como las que tocaba Paco de Lucía de manera magistral, sino muy turbias. De cosas que parecían mentira, pero al fin y al cabo, podían ser ciertas. Pensábamos «¿y si nos equivocamos?» «¿Y si juzgamos precipitadamente a alguien?» «¿Encima de todo lo que “está pasando” vamos a dudar de ella?».
Nos habíamos quedado con el destrozado futuro marido acudiendo al hospital con una familia política hostil —no sabemos muy bien por qué motivo, si se supone que los “novios” se conocían desde la adolescencia— a reconocer a la hermana superviviente, con un hilo de esperanza y el alma en vilo. ¿Os imagináis lo que pasó, verdad? Efectivamente. La persona que estaba en el hospital de Segovia debatiéndose entre la vida y la muerte… ¡resultó ser Eva! Lo que unos padres no pudieron reconocer ni distinguir lo hizo un novio que, al momento y por ciertos lunares que había en lugares íntimos, reconoció sin dudar a su amada. ¡Eva estaba viva!
Llegados a este punto, a varios de nosotros las cosas no nos cuadraban de ninguna manera. Veamos: ¿Los padres no habían sido capaces de distinguir a sus hijas, que, recordemos, no eran gemelas ni mellizas, sino que se llevaban dos años? ¿Por qué no quisieron que acudiera @asirf19 el día del accidente? ¿El cuerpo de una persona fallecida se incinera la misma tarde de haber sucedido el accidente? Pero había otras más: no había noticias en la prensa local de ningún accidente de coche por la zona (sí de moto, y suelen salir cuando se producen, incluso en televisión). Y nada, ni rastro. Seguimos recibiendo noticias con cuentagotas, hasta que nos enteramos de que Eva había despertado de la sedación inducida y se estaba recuperando. Alivio, con algo de resquemor por parte de alguno de nosotros y un tufo a trola que estaba empezando a apestar. Pero entonces llegó la tercera parte de la historia: el drama.
El drama
Cuando Eva despierta y vuelve a la vida y ve a @asirf19 al lado de su cama en el hospital diréis “seguro que le dijo “hola mi amor, qué alegría que estés aquí”. ¡Meec, error! Le echó de la habitación con cajas destempladas y le dijo que no le quería ver más. Y en ese momento —no había otro mejor, seguramente— le dijeron que su hermana Sandra había muerto. Oh, tragedia. ¡Yo debería haber muerto, y no mi hermana! Lágrimas y más drama del que nos seguíamos enterando porque @asirf19, aún en medio de las lágrimas y la tragedia, sacaba ratos para contarle a su colega Nis lo que ocurría, y este se lo contaba a B.
Unos nueve o diez días después de —supuestamente— casi matarse y no contarlo, y de sentirse tan mal como para echar a todo el mundo de su habitación, incluidos sus dolidos padres, hermano y su sumiso y futuro marido, Eva sintió la imperiosa necesidad de mirar Twitter y hablar con nosotras para contarnos cómo estaba, incluso haciendo bromas (muy) macabras y de dudoso gusto. Nosotras no sabíamos ni qué decir. Quisimos mandarle unas flores al hospital (adivináis, ¿no? Nunca nos dijeron el número de la habitación xD).
A partir de ese momento hubo más drama turco, esto no, perdón, segoviano, en el que había reconciliaciones y peleas de los novios, que culminaron en un cabreo monumental del novio cuando se enteró de que ella —entre traumatismo y traumatismo, y con el juez por medio porque oyes, cuando uno resucita y te dan por muerto es un lío de papeles— le dio por hablar y guarrear con gente de Twitter. Como lo leéis. Más moral que el Alcoyano, ole tú. Y al final tampoco fue ‘pa tanto. Una rodilla hinchada y poco más, pelillos a la mar. ¿Ah, que mis padres no me habían podido reconocer y me confundieron con mi hermana? Ups. Empezaron los gazapos, los ‘olvidos’ de los detalles y las meteduras de pata.
Aquí va la prueba fehaciente de que esta historia no es real: por dos personas que trabajan en el sector funerario, en distintas empresas y lugares, pude enterarme en aquel momento y de primera mano que en la tarde-noche del 29 de junio de 2020 no se produjo la muerte de ninguna persona por la colisión de un coche con un camión en Castilla-León. Sí accidentes de moto (de los que sí informó la prensa local, por cierto), pero no con ningún turismo implicado. Es decir, que la historia del accidente es mentira, y está comprobado. A partir de ahí, todo lo demás era falso.
El resto sucedió así: Eva decidió contar en Twitter a finales de julio, más o menos, lo que, supuestamente, le había sucedido. Por descontado, jamás dio una sola prueba de vida ni a nosotras ni a nadie. Lo único que sí sabemos es que la persona detrás de la cuenta de Nis sí mandaba audios y hablaba por teléfono. Pero jamás pudimos comprobar que @eva36a ni @asirf19 fueran reales.
A finales de agosto, tras requerirle en numerosas ocasiones hablar por Telegram o teléfono y no conseguirlo, yo puse un “pseudo” (indirecta sin decir a quién a va dirigida) en Twitter en el que le instaba a que contara la verdad. La historia de su ‘resurreción’ no había conseguido muchos adeptos en Twitter, más bien al contrario: la gente estaba bastante escéptica, y no era para menos. Aunque fueron prudentes, nadie saltó a decir, “buah menuda trola”. Mucha gente lo pensó, y los privados ardían, pero nadie lo decía en público. Y ella respondió a mi “pseudo” diciendo que cuando yo volviera de vacaciones, hablaríamos en persona, a lo que le respondí que con ella y cuántos perfiles más, puesto que a esas alturas yo ya sospechaba que la misma persona estaba detrás de los tres perfiles, del de Nis (el que sabemos que sí tenía detrás a una persona que, al menos, tenía voz), el de @asirf19 y el de @eva36a.
Y todo esto… ¿por qué?
Os estaréis preguntando el porqué de este invento increíble, de esta historia de telenovela. ¿Qué motivos puede tener alguien para inventarse una historia así? Y la respuesta es sencilla, aunque compleja de entender: tener la atención de otras personas, importarle a alguien. Por increíble e inverosímil que parezca, hay gente que tiene esa necesidad, y en pandemia (que fue cuando se crearon y desarrollaron casi todos los personajes de esta historia) todxs teníamos mucho tiempo libre. Sentirse aceptado e integrado dentro de un grupo en una comunidad (aunque sea virtual) también es un motivo, y hay quien tiene el tiempo, las ganas y la motivación suficiente para hacerlo. No caigamos en el simplismo de reducirlo a que “la gente está fatal” “joder, la peña”, o “madre mía, qué locura”. Porque no es ni tan simple ni tan fácil. Hay que rascar e ir un poco más allá. Y no, no tratéis de comprenderlo, porque no vais a poder, de la misma forma que no podemos entender que una persona mate a otra por llevarle la contraria, por ejemplo. No somos capaces de entenderlo porque no somos como ellxs. Y así como la gente que mata no está enferma, las personas que hacen este tipo de cosas en redes sociales o internet, tampoco. El peligro que tienen es que pasan por encima de las personas a las que vampirizan, que no les importan. Solo les utilizan hasta que su mentira es insostenible, y entonces buscan a otras, sin importarles los sentimientos que han podido generar o las consecuencias de sus actos.
En primer lugar, atacan a quien es más vulnerable, por el motivo que sea. En segundo, van poco a poco, no tienen prisa, y hacen lo que sea necesario para atrapar a sus víctimas y tenerles enganchadas a ellxs. Ya sea por un vínculo afectivo, sexual o de amistad. La cosa es generar sentimientos en los demás. Pero una vez que se les descubre, es frecuente que alguien se sienta estafadx y le ponga en evidencia, sacando incluso alguna prueba en público. En este caso, fui yo la que le puse “la cara colorada” con mi pseudo, aunque todo quedó en una nebulosa incierta de la que nadie tenía ninguna certeza. Yo sí, claro. Sabía que el accidente era falso, pero obviamente no iba a pedir un listado de personas fallecidas en accidente de tráfico la tarde-noche del 29 de junio de 2020 en Castilla-León para publicarla en Twitter. Una vez puesta en evidencia y con muchas personas sospechando que todo era mentira, comenzó la despedida y cierre.
Despedida y cierre: el fin de @eva36a
En cuanto son descubiertos, buscan mutar en otro personaje, y son cuidadosos porque llevan años haciéndolo. Primero se hacen las víctimas, y Eva lo hizo en privado con quien creía que le sería fácil y su mensaje calaría. Luego pasan al enfado, al “yo por qué os tengo que dar explicaciones”. Después, a intentar explicarse y justificarse. «Eva» llegó a escribir tres cartas a cada una de nosotras, A, B y a mí misma, por “recomendación de su psicóloga”. ¿En serio no tienes a gente más importante en tu vida en la que apoyarte que tres ‘ciber-amigas’ a las que no conoces en persona y a las que tratas desde hace seis meses? ¿La exitosa persona a la que todo el mundo quería en su trabajo, habían ascendido y le iba la vida color de rosa antes del “accidente”?
La cuenta de Twitter de @asirf19 desapareció de repente y poco después la de @eva36a.
Como dato curioso, las fotos de @eva36a eran de una chica pelirroja y guapa y en varias de ellas salía fumando en poses muy sexys y mostrando unas uñas muy largas, puntiagudas y cuidadas. ¡Anda! Como las fotos a las que Nis daba fav constantemente en su cuenta de Twitter. Era un aficionado al “smoke fetish”. Por supuesto, borró todo rastro de tuits e interacciones con estos personajes y nos bloqueó a todos los implicadxs, cambiando hasta el nombre de la cuenta y de usuario en Twitter (para que fuera más complicado dar con él), pero manteniendo la antigüedad. Pasó a ser un perfil de actividad baja, sin publicar nada, solo dando favs. Actualmente la tiene desactivada, pero volverá a activarla en cuanto le interese, claro.
La reencarnación: @Almudomina
El desvanecimiento de la cuenta de @eva36a se produjo a finales de agosto de 2020. Y unas dos semanas después de iniciarse septiembre, y aprovechando que hubo una cierta «renovación» de cuentas en Twitter y surgieron nuevos perfiles activos que no conocían la historia de Eva, apareció una nueva dómina en el panorama tuitero bedesemero nacional, como Afrodita naciendo de las aguas. En sus primeras intervenciones en Twitter ya dijo que le gustaba el BDSM y que vivía en el norte de España, pero que era de Madrid. Entre todos los datos que daba, salpicados entre tuits y respuestas reveló una edad cercana a los 30 años, que tenía una relación con alguien y que, además, hacían BDSM. Pero dejó caer que la relación era abierta, es decir, que no había problema en interactuar con ella.
Uhm. ¿30 años? ¿Relación sentimental y BDSM con alguien que venera el suelo por el que pisa? ¿Simpática y participativa? ¿Amante de la música? Todos estos datos me hicieron sospechar ya desde entonces que quien estaba detrás de la cuenta de @Almudomina era la misma persona que lo estuvo tras la de @eva36a y @asirf19. No tenía pruebas, pero tampoco dudas. Y las sospechas cada vez eran más y por pequeños detalles. Por ejemplo, que empezó a interactuar, de repente y con una familiaridad apabullante, con toda la gente con la que lo hacía Eva. Que era muy pelota, y parecía saber los “puntos débiles” de todxs. El mío es la música, y por ahí intentó “ganarme”, pero esa familiaridad y ese “conocimiento” volvió a hacerme arrugar la nariz. Avisé a A y a B de mis sospechas, y ellas dijeron que había similitudes y que podía ser, pero no me hicieron caso [Edito: es justo decir que A silenció la cuenta de @Almudomina, porque vio ciertas cosas que no le cuadraron, aunque dudara]. Tampoco me lo hicieron otras personas a las que se lo dije en ese momento y que habían hablado y se habían relacionado con Eva. Y es que es una puta locura: ¿por qué haría alguien algo así? Vuelvo a decirlo: necesita atención, interactuar y alimentarse de la relación con personas, y no duda en inventarse lo que sea necesario para conseguirlo. Tengo más teorías, pero me las guardo. Si escribo una novela algún día con esto, me va a quedar cojonuda 😁
Para mí el punto de partido definitivo fue el día que leí en Twitter, en pleno mes de octubre, que había hecho surf con un traje de neopreno de 6mm. Le pregunté a qué temperatura estaba el agua y me respondió que a 16º. Y el traje era un ‘shorty’, esto es, antebrazos y pantorrillas al descubierto. Y mira tú por dónde, pero entre nosotros hay varias personas aficionadas al submarinismo, yo misma buceo, y os aseguro que estar en el agua a 16º, temperatura exterior baja y con un ‘shorty’ de 6mm (los neoprenos de bucear, por cierto, tienen grosores impares, 3, 5 y 7 milímetros) es… complicado, a no ser que quieras pillar una hipotermia. He buceado en Tarifa, a 18º y traje entero de 7mm con capucha y salí del agua aterida, temblando y con las puntas de los dedos moradas, incluso con guantes. A otro perro con ese hueso. Se lo apunté, pero no quise quitarle razón. Ná, ella era una chicarrona del norte y yo una floja de la capi. Ah, pero espera… ¡si ella también era de la capi! De ahí lo de “almu”, la patrona de Madrid es la Virgen de la Almudena 🤔 Siempre dijo que su nombre no era Almudena, y por privado mucha gente pronto se enteró de que su “verdadero” nombre era Alba.
¿A dónde quiero llegar con la historia de la hipotermia? A que se inventaba cada cosa que ponía, al igual que las cosas que nos contaba Eva. Decidí silenciarla ya entonces, porque me llevaban los demonios, y a esas alturas ya se había ganado a todo el mundo. Empezó un hilo en su tuit fijado en el que daba los buenos días a diario y tenía una excelente relación con varias personas, el ‘hilo de los corazones’ lo llamaban. Y empezó a interactuar por privado con las personas que participaban en ese hilo en un grupo de Twitter, en el que pronto empezaron a darse los buenos días, buenas tardes y demás y hablar de cosas de Twitter y privadas de cada unx. Aparte, se relacionaba con varias personas, y los MDs pronto empezaron a ponerse más calientes que el cenicero de un bingo. Con promesas de verse y quedar, promesas de sesiones que no llegaban, y promesas de relaciones D/s que tampoco llegarían.
¿Os resulta familiar? 😉
El inicio del drama
Yo estaba con mis palomitas esperando la resolución del drama, que se iba a dar más tarde o más temprano.
A ver, no es que sea una hija de puta, recordad que yo avisé a la gente que interactuaba con Eva y luego lo hizo con Almu, pero nadie me hizo caso. Y no les culpo, ya que, al fin y cabo, dar una prueba fehaciente en un caso así es complicado, a no ser que se disponga de medios, y yo no los tengo. Solo una memoria a prueba de mentirosxs, afición por la novela negra y la creación de personajes literarios y buena capacidad para relacionar cosas y retener detalles.
Los primeros dramas
Uno de los muchos sumisos que interactuaron con Almu, le llamaremos X, tras algún tiempo de apasionados intercambios públicos y privados, decidió materializar la relación e ir a verla. Le ofreció ir a conocerla a su lugar de residencia, y ella comenzó a darle todo tipo de excusas: que si el novio, que si el abuelo enfermo o que si la abuela fuma. Así que él, harto, decidió acabar la “relación” y la bloqueó. Almu puso varios tuits donde se victimizó y se justificaba y empezó a decir que “las cosas no eran como las estaban contando”.
Poco después sobrevino el segundo drama. Otra persona con quien había interactuado mucho en público, supuestamente su “amigo”, desapareció de Twitter y todas las redes sociales BDSM de la noche a la mañana. Tuvo problemas personales muy serios a causa de ciertos mensajes privados con Almu. Y ella también se victimizó y justificó y volvió a decir lo mismo que la vez anterior: que “las cosas no eran como las estaban contando”.
El bombazo
Entre todo esto, Almu, que era como Atila y por donde pasaba no volvía a crecer la hierba, y que, para trabajar en una tienda cara al público no dejaba Twitter ni para ir al WC, también hablaba con una sumisa joven, a la que vendió la idea de que quería una relación D/s con ella, ser su Ama y cuidarla. La sumisa, como es lógico, quiso materializar la relación y conocer en persona a Almu, que cada vez ponía más fotos donde se mostraba sexy, con su aspecto rompedor y sus tatuajes. Le pedía una y otra vez hablar por Telegram, cosa que Almu le negaba sistemáticamente, en este caso porque su abuelo estaba enfermo (¿?¿?) hasta que, finalmente, se lo dio, pero enfadada y solo por estar “presionada” (os suena, ¿verdad?). Y nunca tuvieron una videollamada, ni una llamada por voz, situación de la que la sumisa, a la que llamaremos H, finalmente se cansó.
Por resumir, H le echó un par y cuando las cosas le dejaron de cuadrar del todo se puso a buscar información y asesoramiento y se topó con la realidad de bruces: “Almudomina” no era quien decía ser. En realidad era un personaje inventado que usaba las fotos de la cuenta de Instagram de Alba, una peluquera madrileña que debió flipar el día que se enteró de la historia. Y que ni vivía donde decía, ni trabajaba donde decía trabajar, ni su nombre era Alba, hasta eso le robó a la auténtica. Como digo, H le echó arrestos y no se calló y contó toda la historia del engaño en Twitter, para asombro de todxs. ¿Adivináis lo que hizo “Almu”? Coooorreecto: se enfadó y se victimizó. Pero esta vez, al contrario que cuando la gente no creyó a “Eva”, muchos la apoyaron y respaldaron, tildando a H de niñata despechada.
El surrealismo máximo llegó cuando Almu cogió un vídeo de la cuenta de Alba y lo colgó en Twitter para “demostrar que era real”. Igual que os dije antes que el día de la “muerte” de Eva lloré de pena, ese día lo hice también, pero de risa. ¿Qué coño pretendía demostrar con eso? Seguía victimizándose y reforzando los vínculos que tenía por privado, y mucha gente ni se lo podía creer, otros callaron por pura vergüenza de haber sido engañadxs, y creedme que puedo entenderles. Y poco después, tras varios activamientos y desactivamientos de la cuenta de Twitter y puesta de candado, la cuenta de @Almudomina en Twitter desapareció.
Curiosamente, la de Nis se desactivó por aquellas fechas también 😉
Tabla-resumen de características personales de @eva36a y @almudómina
Característica |
@Eva36a |
@Almudomina |
Simpática y abierta | Sí | Sí |
Forma de expresarse | Abierta, sencilla. | Abierta, sencilla. |
¿Le gusta agradar? ¿Da fav, RT y comenta publicaciones de la gente a quien pretende “captar”? | Sí, de manera exagerada, y lo manifiesta en público y en privado. | Sí, de manera exagerada, y lo manifiesta en público y en privado. |
Físico atractivo (*) | Sí. Pelirroja, delgada, con tatuajes, y una bonita sonrisa. | Sí. Morena, delgada, con tatuajes y una bonita sonrisa |
Edad: entre 30 y 40, aprox. | 36 años | 28 años |
Ortografía, gramática | Se expresa bien y tiene buena ortografía. | Se expresa bien y tiene buena ortografía. |
Se comunica en privado por | ||
¿Tiene Telegram? | No, se lo hace cuando se está a punto de descubrirle. | No, se lo hace cuando se está a punto de descubrirle. |
Rol en BDSM | Dominante | Dominante |
Lugar de nacimiento | Madrid | Madrid |
Lugar de residencia | Madrid (Malasaña) | Cantabria (San Vicente de la Barquera) |
Fotos | Pocas. Usaba recortes de fotos que ya había puesto. No parecía la misma persona en unas y otras. Siempre en poses, no naturales. Solo por Twitter, no en privado. | Bastantes, en público y por privado a distintas personas, todas robadas de una cuenta de IG. |
Tatuajes (*) | Sí | Sí |
¿Fumaba? (*) | Sí | Sí |
Uñas (*) | Largas y puntiagudas | Largas y puntiagudas (lo que no deja de ser curioso, supuestamente dedicándose profesionalmente al surf y practicándolo con frecuencia xD) |
Situación sentimental | Relación afectiva y D/s monógama con @asirf19, aunque después del “accidente” hablaba y tonteaba con mucha gente. | Relación afectiva “abierta” y D/s con un sumiso misterioso que no tenía cuenta en Tw, vivía con ella y le permitía quedar con quien quisiera. |
Situación vital | Buen trabajo, donde iban a ascenderla, buena relación con compañerxs y amigxs. | Negocio propio, todo le va genial y todo el mundo la quiere en su lugar de residencia. |
Música (*) | Rock, heavy metal. Motörhead. | Rock, heavy metal. |
Actitud ante el findom (*) | No lo hace, pero “lo respeta” y tiene relación estrecha con varias dóminas findom de la época. | No lo hace, pero “lo respeta”. |
Actitud cuando (dice) que le ofrecen pagarle para sesionar (*) | Lo rechaza, no le gusta. | Lo rechaza, no le gusta. |
Experiencia en BDSM | Poca. La introduce su pareja, a quien conoce desde la adolescencia, le dice que a él le gusta y ella cae en la cuenta que a ella también. Le gusta decir que hace las cosas “a su manera”, pero maneja muchos términos del BDSM. Participa en debates. | Poca. Le gusta decir que hace las cosas “a su manera”, pero maneja muchos términos del BDSM. Participa en debates. |
Personajes satélite con cuenta en Twitter | Pareja-sumiso. Amigo de la pareja-sumiso, que da la sensación de estar colado por ella. | Sumiso que supuestamente la “acosa” y va a buscarla a su lugar de trabajo. |
(*) Características que coinciden con las de las mujeres a las que Nis solía dar fav en Twitter, o con las suyas personales.
Conclusión e hipótesis
Tras leer todo esto espero que os haya quedado claro que la persona que estaba detrás de las dos cuentas es la misma.
Mi teoría es que es alguien que busca atención desesperadamente, y que para conseguirla se inventa personajes que tienen las características que le gustan y una vida exitosa, o sea: dóminas, jóvenes, con maravillosas y puras relaciones afectivas y D/s, atractivas, con tatuajes, uñas largas y que fuman. Con historias de vidas posiblemente robadas a otras personas con las que ha hablado en algún momento por redes sociales, adornadas con detalles de su cosecha y el añadido del BDSM.
Mantiene la historia y el personaje hasta que es descubiertx, y la estrategia de captación de gente y abandono es igual siempre: primero un bombardeo constante de atención y presentación del personaje, y cuando la gente quiere “materializarla”, largas, excusas y malas palabras. Hasta acabar desapareciendo cuando las cosas se ponen feas del todo y es descubierto. Y tiempo después, a veces muy poco —como en el caso de la transición Eva-Almu— se ‘reencarna’ y reaparece en Twitter (su medio natural y en el que se siente más cómodo) en otro personaje con características comunes, variando cosas como el lugar de residencia, la edad o el aspecto físico para que no “cante”. Le tiran mucho ciertos detalles (ver tabla) y por esto se le descubre 😉 Y su patrón de comportamiento es siempre igual: captación, drama, enfado, victimización, intentar dar explicaciones y pena, desaparición y reencarnación.
Lo que busca es hablar con gente, se muere por caer bien y ser aceptadx. Y tiene una gran obsesión con el BDSM y el findom. Y ahora que lo sabéis, no le deis lo que quiere, que es esa interactuación con la gente, aunque sea para mal, mintiendo y haciendo sufrir a la gente y sin que le tiemble el pulso en jugar con los sentimientos de las personas o la muerte.
Espero que con todos estos datos os sea más sencillo detectar su patrón de comportamiento y lo veáis con rapidez. Ahora mismo se ha vuelto a reencarnar, y por cierto que le ha podido la nostalgia y no ha podido renunciar a determinados detalles de «vidas» anteriores. En el fondo, es unx sentimental 😉
Hasta la próxima entrada, lectores y lectoras.