Este es uno de los temas que en BDSM suelen traer «cola». De hecho, es algo hablado y rehablado hasta la saciedad. Uno de esos debates que generan encendidas polémicas. Sí, amigos, amigas. Me refiero a los switchs, “esa” gente.

Un switch, para mis lectores no introducidos en BDSM, es alguien que puede adoptar el rol sumiso o Dominante, indistintamente, dentro de la D/s (Dominación/sumisión). Y eso es lo que yo me considero. Lo más normal es serlo con personas diferentes, o sea, tener un rol (sumiso o Dominante) con una persona y otro con otra u otras.

Indefinidos. Oportunistas. Aprovechados. Estos son algunos de los calificativos que nos regalan algunas personas, con un supuesto rol “puro” dentro del BDSM. Y digo “supuesto” porque, dentro de mi no muy extensa experiencia dentro del mundillo real BDSM, vengo observando que mucha gente juega o ha jugado en ambos bandos en alguna ocasión, Cuando no lo hacen a escondidas, o sea, que “switchean en la intimidad”. Muchas ofertas en canales de chat BDSM corresponden a personas unirol, normalmente Dominantes masculinos, que o bien se ofrecen para «reconvertir» a Dominas femeninas en sumisas o bien se ofrecen ellos mismos a éstas como sumisos. Y todo con la consiguiente coletilla de «que no se entere nadie, por Dios, que esto sólo lo he hecho “contigo” xD. Esto cuando chateas con nick femenino, como Dómina o switch. Ignoro lo que sucede si te pones nick de sumisa, no sé si las ofertas para que un sumiso se convierta en su Dominante también se sucederán como las setas. Un día haré la prueba… xD

Yo no sé de indefiniciones. Siempre lo he sentido, siempre lo he sabido. Hasta cuando no tenía ninguna experiencia, sabía que ambas cosas estaban dentro de mí. La capacidad de entregarme a alguien y sentir el poder de someter, las dos cosas me gustan y excitan mi mente. Desde siempre. Siempre creí tener una predisposición mayor a la sumisión, pero cuando probé a dominar vi que estaba equivocada. El poder es una gran droga, te puedes emborrachar de ella, sentir como llena cada gota de tu sangre, cada uno de tus pensamientos…

Hay una serie de personas que SÍ son indefinidos y oportunistas, y que se definen como switchs. Cierto, al igual que hay imbéciles que por vestirse de negro o de látex y coger una fusta ya se creen megaAm@s y nadie cuestiona que realmente sientan su rol. Pero sin embargo, los switchs cargamos con el sambenito de la indefinición. Pues vale.

¿Qué es un switch? Switch en inglés quiere decir “interruptor”. Con dos posiciones, una a la derecha (D) y una a la izquierda (s). Dependiendo de varios factores (éstos varían según la persona) podemos sentirnos Dominantes o sumisos, indistintamente, sin mezclar los roles (o quizá sí, si tenemos delante a otro switch y es lo que deseamos ambos) y lo más importante sintiendo y disfrutando plenamente cada uno de ellos. No hay indefinición, esta muy claro: nos quedamos con las dos cosas. ¿Oportunistas? No, porque no tenemos problema en decirlo abiertamente, y porque unas personas nos inspiran un rol y otras otro. Podemos estar delante de un megasúperDominante y hacerle una pedorreta, porque nos sentimos exactamente igual de Dominantes que él o ella, o tener al lado a un sumis@-felpudo y sentirnos al mismo nivel que ellos. No por tener delante a alguien de un rol concreto tenemos por qué adaptarnos, y eso es algo que suele desesperar de nosotros. Pues qué le vamos a hacer. A lo mejor es que el supermegaDominante no es tal… xD

Cuando un switch adopta un rol digamos de una forma “permanente” con una persona se tiende a pensar que olvida el otro o lo aparca (por ejemplo, el sumis@ switch que tiene un Am@, o lo contrario, el Dominante switch que tiene un sumis@), y no es así. El otro rol, aunque no interfiera, siempre está, de un modo u otro, en su mente.

Creo que un switch suele ser buen Dominante y un sumiso muy exigente con el Dominante que tiene delante. ¿Por qué? Porque como Dominante, puede ponerse en el lugar del sumiso que está a sus pies, saber qué le puede hacer, cuánto tiempo y de qué manera (teniendo en cuenta que cada persona es distinta). Porque nos es fácil sentir lo que siente esa persona, tenemos esa “ventaja”. También es un inconveniente, porque se elimina parte del ingrediente sorpresa, aunque como digo, cada persona es diferente.

En el rol sumiso, pienso que es inevitable comparar e incluso retar, “poner a prueba” al Dominante. Aunque no lo hagamos de manera explícita, es complicado someter realmente a un switch. Cuando digo realmente, quiero decir “mentalmente”. Pero no porque nosotros no queramos, sino porque exigimos lo máximo al Dominante que tenemos delante. Y si no nos lo da, nuestra mente no hace el “clic” necesario para someternos.

Ni blanco ni negro, simple y complejamente switchs. Para querernos, hay que entendernos 😉